EN BUSCA DE CIUDADES DE CONGRESOS PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
La declaración que han recibido nuestras ciudades como Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO constituye un honor y un reconocimiento internacional y, al mismo tiempo, supone una gran responsabilidad que debemos asumir de cara a garantizar la protección y conservación de todos esos valores para las generaciones futuras.
En el año 1993 se crea el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España con la finalidad de actuar de manera conjunta en la defensa del patrimonio histórico y cultural de estas ciudades. En este grupo se encuentran un total de 15 ciudades españolas, de las cuales once de ellas, están dotadas de infraestructuras para el turismo de congresos y forman parte del Spain Convention Bureau: Alcalá de Henares, Cáceres, Ávila, Córdoba, Cuenca, Ibiza, Salamanca, Santiago de Compostela, Segovia, Tarragona y Toledo.
Muchas ciudades albergan atractivos singulares que complementan la celebración de un congreso, reunión o un viaje de incentivo como, por ejemplo, una visita a un recurso histórico – monumental declarado Patrimonio de la Humanidad. Por ello, en esta primera parte os invitamos a conocer la importancia de la historia y la cultura patrimonial de Alcalá de Henares, Ávila, Cáceres, Córdoba y Cuenca con el fin de aportar un valor añadido a vuestra experiencia congresual.
“En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme…” Miguel de Cervantes (El Quijote)
¿Sabíais que en Alcalá de Henares nació el Quijote de la mano de Miguel de Cervantes en 1547? Su casa natal del siglo XVI se sigue conservando y hoy en día alberga un museo con una espléndida colección de ediciones cervantinas. Alcalá atesora importantes yacimientos arqueológicos que nos hablan de la Complutum de los romanos, un excelente entramado urbano medieval aglutinando tres culturas y tres religiones y un conjunto único de construcciones del Renacimiento y el Barroco.
“Ávila, mística y tradicional, honesta y dura, espera, fuera del tiempo, el corazón amigo a quien entregar su secreto diáfano y misterioso” (Camilo José Cela).
Ávila y su muralla, su mejor defensa. La ciudad antigua de Ávila y sus Iglesias Extramuros son la muestra más genuina y solemne de cómo la piedra cincelada ha mantenido el carácter guerrero y defensivo de una ciudad anclada en la llanura y el espíritu religioso de los más altos exponentes de la mística española, con sus templos, conventos y monasterios monumentales. Además, es la muestra más interesante y mejor conservada de los que fuera una ciudad amurallada del Medievo español.
“La ciudad de Cáceres viene al mundo cuando ya no quedan reinos por descubrir o conquistar; cuando el pasado es sólo un bello recuerdo y el presente una realidad”. Miguel Muñoz de San Pedro, conde de Canilleros.
Acercarse a la historia de la ciudad de Cáceres es conocer a pequeña escala la Historia de España. Esta tierra, habitada ya desde los tiempos del Paleolítico Superior, nos relata las distintas etapas por las que el hombre ha pasado. Romanos, Almohades, Judíos, Portugueses, Castellanos… cada uno con su cultura y su religión pero que se fundieron en Cáceres para legar al mundo su Patrimonio Histórico-Cultural inigualable.
“Una vez más, uno comprende que en esta tierra (Córdoba) se le hayan quedado enredados para siempre el corazón y la memoria”. Antonio Gala.
En el corazón del Guadalquivir, Córdoba es una de las ciudades más antiguas de Europa. Córdoba es cruce de caminos, enclave privilegiado entre sierra, valle del Guadalquivir y campiña. Fundada por Marco Claudio Marcelo a mediados del siglo II a. de C., representa una extraordinaria simbiosis de Oriente y Occidente que nos ha dejado un patrimonio de primera magnitud en forma de murallas, puentes, templos, conventos, estatuas, casas señoriales, tradiciones, documentación histórica, yacimientos arqueológicos y personajes notorios.
“Cuenca abstracta, pura, de color plata, de gentiles piedras, hecha de hallazgos y de olvidos –como el mismo amor-, cubiste y medieval, elegante, (…) serena y enloquecida, infinita, igual, obsesionante, hidalga; vieja Cuenca”. Camilo José Cela
Agua y piedra confrontaron durante milenios para construir la más formidable atalaya surgida en el territorio que habría de ser ibérico, Cuenca. Surcada por dos ríos, la naturaleza trazó sus contornos y nutrir de verde su horizonte más próximo. Después llegó el hombre. Desde los primitivos hasta los árabes se afanaron en convertirla en hogar y fortaleza. El Casco Antiguo de Cuenca y sus seculares barrios permanecen con idéntica fisonomía a la que en aquella época adquirieran.
Y este es el final de la historia de estas cinco ciudades Patrimonio que permanecen en nuestros días y nos han dejado tal belleza cultural y patrimonial a lo largo de los años. Esperamos que os haya gustado, si queréis saber más sobre el Patrimonio de la Humanidad en España, no os perdáis la segunda edición de este post.
Recordad que el saber no ocupa lugar, siempre hay espacio para más.